jueves, 26 de mayo de 2016

Padilla responde: Rebelión y calle


Por Marcelo Padilla

Los muchachos Marcelo Arce y Gabriel Conte me acusan de golpista porque escribo en mi facebook una opinión desde la sensibilidad y la bronca (que es la de millones en el país) por los aumentos a la tarifas de luz, gas y agua, (descabelladas e increíblemente golpistas a los bolsillos de la gente), por los despidos de miles de trabajadores que están en la calle sin salario y por la situación caótica que vive el país. Toman de mi muro de facebook escritos y posiciones personales (no pertenezco a ningún espacio político orgánico) y de ello hacen dulce casero, ubicándome en La Néstor kirchner de Moreno (agrupación en la que participé tres semanas en el momento de su armado hasta la visita del ex Secretario de Comercio al salón Báltico y dejé de participar por motivos que no vienen al caso enumerar). Usan aquella participación para pegarle a un espacio, a un dirigente político y al peronismo en definitiva, al que detestan desde sus entrañas peludas. Justamente ellos! (da gracia che) que no les tembló el pulso en realizar cuanta opereta periodística a favor de Cornejo y Macri desde el diario donde trabajé ocho años y me fui porque se había transformado en un organismo descentralizado de prensa, especie de bunker, de aquella oposición hoy en el gobierno (lo escribí en una columna en su momento antes de irme). Denuncio además, persecución y hostigamiento de parte del gobierno nacional y provincial (alos cuales ellos adhieren con sus notassegún como venga la interna), contra todo aquel que salga a luchar por sus derechos en esta nueva era de “sus” alegrías. Y digo que hay que bajar a Macri por eso, pero a través de una rebelión popular, no un golpe. La palabra “golpe” a ellos les resultará familiar para usar en estos casos, básicamente porque la tienen incorporada a su estilo fiel de escribas del poder concentrado y político de corte antipopular. Golpistas fueron siempre ellos que no dudaron en acusar a todos los gobiernos de corte popular en Suramérica y promover su destitución. Celebran lo de Brasil quizá porque fue un golpe blando lo cual me lleva a pensar que son dos muchachos blandos, blandengues, moldeables. Para mí mercenarios a sueldo. Ni siquiera se encargan de chequear la info que largan. Lo hacen a propósito por la impunidad que les da su posición de poder relativo en el medio de comunicación en el cual pueden filtrar comentarios, abrir el grifo para quienes hacen terapia on line día a día, cerrarlo cuando les conviene, y censurar comentarios en su contra. Eso ya se sabe desde hace años. Los muchachos defienden intereses, eso está más que claro, y no son justamente los intereses del pueblo ni de la gente de a pie que vive hoy una situación desesperante en su vida cotidiana. La palabra “golpe” es de quien la usa, en este caso es de ellos (quizás no hayan reparado en la auto-trampa semántica), y la palabra “Rebelión popular” es la expresión que uso yo y de la que me hago cargo por su legitimidad histórica. Cuando los pueblos se alzan contra las injusticias, se rebelan, no golpean. Que lo diga yo es una accidente menor, que lo haga el pueblo es lo que cuenta. Y como la gente no come el vidrio que los muchachos ofrecen todos los días, no sé hasta cuándo podrán seguir con la receta. Son progresistas entre ellos, así pueden definirse, porque saben que PRO va adelante y “gresistas” atrás empujando al núcleo ideológico de la palabra. Bueno, ellos empujan para que avancen las tres primeras letras como hace el radicalismo hoy en la argentina avalando todo lo que está haciendo Mauricio.

Viva la lucha popular contra las injusticias. Rebelión y calle.

Marcelo Padilla

2 comentarios:

  1. jajajajaja sos un pelotudo importante como mierda sos docente anda a hacer la revolucion te tiran un petardo y salis corriendo !

    ResponderEliminar
  2. Vamos Padilla, pero no te engañes, la única forma de organizar al pueblo es con consciencia, y la primera consciencia a tomar es que el gobierno de los kirchner dejó mucho que desear, fracazó en todo lo importante y fundamental y nos dejó con este vacío de organización.

    ResponderEliminar