miércoles, 15 de junio de 2016

De película


Nota de opinión de José Cornejo, para Agencia Paco Urondo

Titular catástrofe, a triple columna de Clarín: “Detienen al ex vice de De Vido mientras intentaba ocultar bolsos con dólares”. Y la bajada, redundante y orgásmica, señala: “EX FUNCIONARIO K. José López quería esconder en un predio de General Rodríguez bolsos con dólares. Fue el secretario de Obras Públicas durante los 12 años de las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner.”

Inmediatamente el macrismo, en su peor mes luego de su peor mes y en la previa de su peor mes, descorchaba champagne. El presidente Mauricio Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal y hasta el intendente de Rodríguez (el ignoto Miguel Kubar) manifestaban su “asombro”. Ahí está: estamos muy pero muy mal porque el kirchnerismo se robó todo. Y lo prueba la maniobra de un funcionario de segunda categoría (no un ministro, sino un secretario de Estado).

Voy a intentar reconstruir el hecho, según las informaciones que el matutino Clarín ha hecho públicas. Algunas cosas van cambiando conforme pasan las horas, sepan disculpar.

José López está en su casa. Seis meses después de la victoria del macrismo y la ofensiva judicial desplegada contra el kirchnerismo, no deposita su dinero mal habido en una cuenta en Panamá o Bahamas. Lo tiene debajo del colchón. Guarda el dinero de la misma manera que mi mamá guardaba dólares en el sótano de mi casa de la infancia, en Villa Mitre, Bahía Blanca. Incluso, al igual que ella se le humedeció un poco. Okey.

Ya pasada la cena, suena el teléfono. Lo llama alguien en quien confía mucho y sabe que guarda esa friolera de dinero, o no confía pero supone que es una persona muy informada sobre los movimientos del partido judicial y de su patrimonio.

Ché, te van a allanar. Posta segurola.

Uh ¡qué pelotudo! Me olvidé que tenía 8 palos en el colchón.

O bien:

¡No te lo puedo creer! ¿Van a venir por mí, que apenas fui el primer secretario de Julio De Vido, el ministro de Obra Pública por 12 años y denunciado sistemáticamente por Elisa Carrió?

Sí, sí, van por vos. Rajá rápido y escondé todo.

Entonces López hace lo siguiente. Agarra los 8 o 9 millones de dólares, es decir 80 mil billetes de cien dólares (muchos más si tiene dinero en una denominación menor), algunos relojes y los empieza a guardar. Hay debate en la internet sobre cuánto espacio ocupan esa suma, pero un número moderado serían 8 (9) valijas de medianas a grandes. Cada palo, según el mismo informe de Jorge Lanata, pesaría unos 12 kilos, por los que está cargando entre 96 y 108 kilos de dinero. Más los súper relojes. López tiene un excelente estado físico, a pesar de sus 55 años y carga solo este volumen y peso. Con la mano libre, o quizás colgando como bandolera, manotea un rifle. La seguridad es lo primero.

Si hasta acá el relato parece nacido de la mente febril de un fan de Breaking Bad (López también es pelado, pero no usa candado), veamos qué hace entonces. A plena madrugada se dirige a un convento que al principio se dijo abandonado y ahora parece que está habitado por dos monjas. Está bajando los 8 bolsos que pesan 96 kilos para “enterrarlos”, luego se precisó que los arrojaba por encima de un paredón, la última versión es que estaba ocultándolos en la cocina. Una vecina, que luego pasó a ser un vecino, está(n) desvelado(s). Es una noche helada en una zona semirural de General Rodríguez. Pero sale a pasear para recuperar el sueño, quizás el perro quiera defecar. Entonces ¿qué ve? ¡Oh! ¡Un pelado bajando bolsos a un convento para enterrarlos! (O los está tirando por un paredón, o no lo ve porque está en la cocina del convento pero igual sospecha algo) ¡Y carga un arma! Es obvio que se trata de un delito. A diferencia de aquella publicidad de De Narváez en 2011, cuando quería ser gobernador, no se mete en su casa y se va a dormir asustado. ¡Es un ciudadano comprometido! Al principio no se sabía quién era, ahora parece que es un productor de pollos llamado Jesús.

Entonces llama al 911, para avisar que algo muy irregular ocurre en su despoblado vecindario. Como no suele suceder, la Bonaerense llega en tres minutos, y aún no se sabe cómo, pero debe tener que ver con la prestancia de los medios, los periodistas de Clarín y Nación se enteran de toque, y pueden fotografiar parte del botín. El mismo Marcos Peña reconoció que “la detención fue de película” y para Clarín: “la escena de ayer a la madrugada bien podría animar un capítulo de las correrías de Butch Cassidy”.

El champagne del macrismo, el poder judicial y Clarín no solo emerge del imaginario que esto despierta sobre la gestión kirchnerista. Por elevación, queda implicada la curia local, en especial el obispo Rubén Di Monte, "consejero espiritual" de De Vido y nexo con el Gobierno”. Y tácitamente, es una pase de facturas al Papa, como explicitó el cacerolero macrista Luciano Bugallo.

López no solo es un chorro. Como señaló buena parte del FPV, esas prácticas llevaron al kirchnerismo a la derrota. Y por ello López también es cómplice del monumental daño que el macrismo le está imponiendo a nuestra gente. Pero la historia es tan singular, tiene un tufillo a operación que también hay que evaluar otras opciones.

En diciembre del año pasado, le hice una entrevista a Cristina Camaño. Ella fue la prestigiosa fiscal del caso Mariano Ferreyra y la última responsable del área de escuchas de la SIDE (OJOTA) durante la era K. Camaño me explicó que con las reformas del macrismo, el stiusismo – es decir, la SIDE de las operaciones y los aprietes – recuperaba el poder. A esto hay que agregar otro personaje oscuro, Sergio Schoklender, que también era un enemigo público y en las sombras de López.

Sea Stiuso, Schoklender o algún heredero de esas prácticas, todo indica que la SIDE noventista está de regreso. Esto abre un enorme abanico de dudas. López es un chorro, sí. Puede haber negociado con la SIDE toda esta puesta en escena porque lo estaban extorsionando judicialmente, también. Y si la hipótesis es correcta, veremos nuevos capítulos del Breaking Bad criollo.

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