viernes, 1 de julio de 2016

Vergüenza de argentino




Ante la próxima programación de un Concierto de festejo de la Independencia de Estados Unidos, me siento obligado a pronunciarme públicamente, o lo más públicamente que pueda, acerca de una actividad que me llena de vergüenza como trabajador de la cultura.

En estos días nuestra Orquesta, la Filarmónica de Mendoza, ha sido mandada a realizar un concierto de festejo de la Independencia de Estados Unidos.

Los trabajadores que la componemos – músicos, técnicos, utileros, archivistas, administrativos, encargados de la limpieza, de la seguridad, etc. – somos empleados en principio, sin poder de decisión acerca de la política cultural. Para eso el Gobernador ha designado a un equipo de funcionarios, tal como las leyes lo indican. Para que cumplan lo que el Poder Ejecutivo ha programado como Política Cultural.

Festejar la Independencia del país cuyos gobiernos y cuyas empresas han sido nuestros dominadores y aún nuestros verdugos en ciertos momentos no muy lejanos, puede parecerles maravilloso a algunos, glamoroso a otros, divertido o elegante a los que lo programaron, y hasta indiferente a muchos. Pero existimos mendocinos que creemos en la existencia de la Patria. Que honramos nuestra historia de doscientos años de luchas para ser libres. Porque fue la Libertad la bandera que siempre enarbolaron quienes dieron la vida por la Patria. A esos mendocinos nos avergüenza, nos indigna profundamente que se  mande a una institución que es de todos, a rendirle homenaje a los que, desde su embajada, realmente nos mandan.

La Orquesta Filarmónica nos cuesta, en salarios, aproximadamente cuatro millones mensuales. El concierto programado para el 3 de julio – vísperas de la independencia de EEUU – lleva una semana de trabajos y ensayos. El Estado mendocino pondrá, para festejar la sumisión, un millón de pesos. Esto sin contabilizar los costos del Teatro Independencia y la publicidad.

En un equipo como la Orquesta nadie es imprescindible – hasta al Director musical se lo reemplaza con regularidad, y hace dos años que no hay Director Administrativo (Gerente) pues no se llama a concurso para cubrir el cargo – pero no podría participar sin traicionar ideales que nos están costando mucho en estos últimos doscientos años. Y muchos patriotas muertos.

En este camino de la servidumbre voluntaria, sólo faltaría que el 9 de Julio le pidamos perdón a España por habernos independizado.
  
Mendoza, junio de 2016


Fernando Rule Castro – Inspector de la Orquesta Filarmónica de Mendoza.

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