jueves, 19 de mayo de 2016

Como en el 76


Por Remigio Crónico

La patria yanqui de Macri



El martes 17 de mayo, el viceministro de Defensa, Ángel Tello, viajó a Washington para reiniciar el intercambio bilateral en el área militar y de defensa, "una instancia política que era habitual en la relación entre la Argentina y Estados Unidos", dijo el funcionario. ¿Cuando era “habitual” esta instancia política?  Bueno, fue habitual durante la dictadura genocida de 1976/1983, y fue  habitual durante el menemismo. Esta política que pretende retomar el gobierno de Mauricio Macri se vincula al trabajo conjunto de fuerzas de paz y a la reactivación de cursos de entrenamiento y formación para el personal militar, como supo hacerse en la célebre Escuela de las Américas que hasta 1984 estaba ubicada en Panamá.

 "También es posible avanzar en la cooperación antártica. Queremos que la ciudad de Ushuaia se convierta en una base logística para apoyar las tareas científicas en la Antártida", continuó explicando el viceministro  Tello con relación al establecimiento futuro de una base norteamericana en Tierra del Fuego.

¿Cuál es el objetivo de la instalación de esta base militar?  Elsa Bruzzone, especialista en temas de geopolítica y miembro del Centro de Militantes para la Democracia Argentina (CEMIDA) sostiene que "Estas bases encubiertas siempre las instalan en zonas donde hay recursos naturales altamente estratégicos: agua, tierra fértil para producción de alimentos, minerales, hidrocarburos, biodiversidad”  Para Bruzzone, el objetivo de los Estados Unidos "es cerrar el cerco sobre todos los recursos naturales que tenemos en nuestra América. Las bases militares, cubiertas y encubiertas, que ha instalado en Centroamérica y el Caribe, sumadas a las que tienen en Colombia, Perú, Chile, Paraguay, junto a la base militar de la OTAN en Malvinas más el destacamento británico en las Islas Georgias, cierran el cerco sobre todos nuestros recursos naturales y reafirman su presencia en la Antártida”

El compañero Gustavo Caso Rosendi, excombatiente de Malvinas, y autor del libro “Soldados” expresa su opinión, con la que coincidimos plenamente “Sólo tengo la horrible realidad de que mis compañeros de la guerra de Malvinas (los de allá y los suicidados) murieron para que el Presidente de las Grandes Corporaciones Multinacionales, Macri, instale una base yanqui en nuestro territorio. Me cago en los que lo votaron. Y vomito también. Y me saco un moco y se los pego en el pelo. Y meo sobre esas cabecitas. Porque ustedes, los que lo votaron, han hecho lo mismo con ellos.
Y conmigo.”


Remigio Crónico 

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